- Convento de San Francisco: Es una iglesia franciscana que se encuentra en el casco histórico de esta ciudad. Esta iglesia evidencia la presencia del instituto religioso franciscano en la ciudad desde su conquista por los Reyes Católicos en 1487, a partir de esta fecha se empieza a reformar, conservando elementos del estilo mudéjar, como el patio, o los restos de paños de sebka del antiguo alminar aprovechandolo de nuevo como torre cristiana. Durante el siglo XVIII, el edificio conocerá cambios que contribuirán a configurar su imagen actual, siendo expresión de este período la capilla del Buen Pastor, que destaca por la riqueza de sus yeserías policromadas, de hojas carnosas y rizadas, excelentemente trabajadas, cuya ejecución la ponen en la órbita de la producción de Felipe de Unzurrúnzaga. Asimismo, habría que destacar las pinturas murales, próximas a la capilla del Huerto y la actual portada construida en 1788.
Vista desde fuera
Vista desde dentro
Torre de la iglesia
Patio donde estudian los franciscanos
Iglesia destruida después de la Guerra Civil
Una de las capillas que se encuentra dentro de la iglesia
- Real Monasterio de Nuestra Señora de Gracia: Se conoce más como Convento de las Claras, es uno de los conventos que mejor representa la tradición conventual de este municipio durante los siglos XVI y XVII. Fue fundado en 1503 (hace 515 años) por Beatriz de Arellano, bajo la advocación de la Purísima Concepción, este fue construido en dos etapas: la primera etapa en estilo renacentista mudéjar y la segunda etapa en estilo barroco. Este convento se divide en dos partes: la iglesia y el convento, este último también se divide en el claustro, el huerto y el compás; este edificio tiene forma trapezoidal irregular.
Fachada principal y puerta de entrada
El compás
Parte superior del compás
Huerto
- Iglesia de San Juan Bautista: Se trata de una iglesia situada en la plaza de la Constitución. Se representa como un documento histórico-artístico, a partir de sus diferentes cambios. Esta primitiva iglesia fue construida en el año 1487, construida en el estilo gótico-mudéjar, en el mismo siglo se llevo a cabo una remodelación para ampliarla y construir la torre cuando era obispo Fray Bernardo Manrique. También son muy significativas las remodelaciones del barroco, otra de finales del siglo XVIII, en la que se realizó la decoración de la sacristía construida en 1789 por José Martín de Aldehuela, la penúltima en los años 1853 y 1860 que fue la mayor transformación adquiriendo su actual estilo neoclasicista y la última que se está llevando a cabo desde 2017. El templo se estructura en tres naves de seis tramos, separadas mediante arcos de medio punto, que están apoyados sobre pilares. La nave central más alta y ancha, cubre cinco de sus seis tramos. El altar tiene una planta rectangular y testero plano, se encuentra a nivel más alto que las tres naves, y ocupa hasta el tramo sexto de la nave central, está cubierto con bóveda semiésferica, a modo de crucero. A los pies de la nave central se encuentra un cancel realizado en madera entre 1801 y 1900. Las dos naves laterales se encuentran en tramos cuadrangulares cubiertos con bóvedas semiesféricas, en sus cabeceras se abren capillas de plantas poligonales y cubiertas abovedadas, decoradas con yeserías de época barroca. Esta iglesia también tiene una torre que en la parte superior se encuentra un campanario, que se compone en cada frente de un vano de medio punto flanqueado con dobles pilastras y una cornisa superior. Los vanos albergan tres campanas realizadas en bronce entre 1700 y 1750. Y por último, la portada principal de la iglesia estructurada en dos cuerpos.
Portada principal de la iglesia
Torre
Vista interior
Tejado de la iglesia
Campanario
Vista exterior de toda la iglesia
